Honduras.- En el marco mensual de la reunión del Grulac en Honduras, la embajada de Republica Dominicana fue invitada como miembro a esta reunión. En esta ocasión fue coordinada por las embajada de Colombia y Panamá , la exposición estuvo a cargo del Embajador de la Unión Europea, Jaume Segura.
Según las nuevas normas, las personas que lleguen a las fronteras de la UE serán controladas y detenidas en la frontera para determinar si suponen un riesgo para la seguridad o son especialmente vulnerables, y determinadas categorías de solicitantes de asilo serán dirigidas a procedimientos de asilo acelerados. Se autoriza a los Estados a apartarse de las normas legales de la UE en las llamadas situaciones de crisis, y un nuevo “mecanismo de solidaridad” pretende repartir las responsabilidades de asilo entre los Estados. El Pacto también actualiza las normas sobre las condiciones de vida de los solicitantes de asilo, aumenta las posibilidades de utilizar sus datos y establece normas comunes para los procedimientos de reasentamiento.
El Parlamento Europeo aprobó el 10 de abril, después de años de intensos debates, el Pacto de Migración y Asilo. Un acuerdo que ha sido polémico desde el inicio de su propuesta, al establecer por primera vez un sistema de cuotas de acogida. Un mecanismo de “solidaridad a la carta” con el cual los Estados miembros pueden financiar proyectos en terceros países destinados al control migratorio, en lugar de establecer un sistema de reubicación obligatoria que proteja los derechos humanos. Con esta decisión, se externaliza el control de fronteras hacia terceros países, como Marruecos, Argelia, Libia o Túnez, en los que no se garantiza una adecuada protección.
Además, como denuncian varias ONG, como la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), la imposición de más controles en la entrada, una vez que la persona está en territorio europeo, obliga a retrasar el acceso al procedimiento de protección internacional y vulnera el Convenio Europeo de Derechos Humanos y otros tratados internacionales.
Desde hace varios años, la gestión de la migración y el asilo de forma digna y sostenible ha sido uno de los principales retos para la Unión Europea (UE) y sus 450 millones de habitantes. La gran mayoría de los flujos se realizan dentro de los marcos legales: en 2022, 3.4 millones de primeros permisos de residencia fueron otorgados en la UE, frente a las 330 mil entradas de forma irregular. Por supuesto, también existen flujos de salida, tanto de europeos como de extranjeros (más de un millón al año cada uno).
En los últimos nueve años, 7.6 millones de personas han solicitado el asilo en la UE (sin contar las 4.5 millones de personas que han escapado de la invasión rusa a Ucrania y gozan de un estatus de protección temporal en la UE); sólo en 2023 fueron 1.1 millones, casi igualando el récord establecido en 2015. Estas cifras ilustran la atractividad de la UE, en particular por el nivel de protección de los derechos fundamentales que ofrece a quien se encuentra en su territorio. También reflejan la atractividad de su modelo socioeconómico, que a su vez requiere la llegada de mano de obra extranjera, dada la dinámica demográfica negativa en la UE.
Si bien corresponde a cada Estado miembro otorgar permisos de residencia en su territorio, existen reglas europeas y apoyo por parte de la UE, en particular a los Estados miembros que están en primera línea. Para enfrentar estos retos crecientes, era necesario reformar y fortalecer de forma coordinada estas reglas y políticas: una tarea titánica que el Pacto sobre Migración y Asilo, propuesto por la Comisión Europea, tiene como objetivo.
Luego de tres años y medio de intensas negociaciones, la semana pasada el Parlamento Europeo dio luz verde al Pacto. Específicamente, se trata de diez textos legislativos que buscan que la UE tenga fronteras exteriores más fuertes y seguras, al tiempo que se garantizan los derechos de las personas en situación de movilidad y que ningún país de la UE enfrente solo la presión migratoria. Por esta misión estuvo representada por SE embajador Luis Garcia.